13 febrero 2013

Saber, que la vida es más fácil cuando se escribe.

Pérez-Reverte para amenizar el trayecto y nueve horas de viaje por delante. Lo bueno de estos viajes tan largos son el tiempo que tienes para pensar, que a estas alturas, a ti, te hace más falta que a nadie. Pensar en lo perdida que sigues estando a pesar del paso de los meses. Nunca un lugar te trajo tan buenos recuerdos.
Y mientras lees sobre rufianes y mujeres perdidas, te identificas con cada una de esas palabras.
Leí una vez "al sitio donde has sido feliz no deberías tratar de volver", pero, a veces, es inevitable.

Y como leí de mi querido Arturo Pérez-Reverte "desde que su sombra agitó por última vez el pañuelo y dijo adiós - como una mujer que desaparece para siempre entre una nube de vapor, enmarcada en la ventanilla de un coche cama, y uno nunca sabe si se ha ido en ese momento o empezó a irse mucho antes".

A veces, la melancolía, es buena.
Pero no dejes que se quede demasiado, podrías acostumbrarte.
Y eso, eso queridos amigos, es lo peor que puede pasarte.