07 agosto 2013

Me dejaría engañar cada noche de mi vida si al día siguiente no amanezco con uno de mis días nublados.

Te juro que no lo hago queriendo, y ten por seguro que mi hígado está pagando más caro tu ausencia que mi corazón.
Me han dicho que tengo que quererme más y he contestado que todo mi cariño se ha ido contigo. Ahora solo me queda un corazón triste, escondido en una esquina que no se atreve a salir. Para qué si le quedan cuatro latidos y un suspiro a medio acabar, no quiere malgastarlos.
Sigo cerrando bares mientras intento sanar cicatrices. Y en ellos veo a hijos de puta suplicar por un abrazo de esos de 'toda va bien', aunque en verdad no. Y a mí también me parece bonita la expresión romper a llorar, porque, como dicen, vale la pena hacerse añicos por los sentimientos.

4 comentarios:

  1. Que triste... pero es muy bonita tu entrada.
    Tu blog me parece precioso!
    Un saludo

    ResponderEliminar
  2. Qué bonita tu entrada.
    Vale la pena si, pero a veces, créeme que no :(
    Pásate! Un beso :)

    ResponderEliminar
  3. Hacía tiempo que no leía algo tan intenso. Es algo que merece la pena, aunque no lo sea estar tan rota.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  4. Vale, acabas de conseguir hacerme llorar... digamos que ya somos dos, las que cerramos algún que otro bar buscado el consuelo en el fondo de alguna botella que algún abrazo no nos consigue dar..

    ResponderEliminar

Porque sobre lo ideal, ya se ha escrito demasiado. :)