'Quien dice que a veces querer no es suficiente, es que no ha querido nunca. O tal vez ha querido demasiado'.

A mi escribir se me daba mejor cuando era sobre tu espalda. Aunque siempre escuché que las personas tristes escriben mejor, aunque no más bonito.

Siempre sonreías como los chicos malos, decías que no me enamorase, que me ibas a hacer daño. Pero hasta las tristezas bailaban cuando te reías, como no iba a enamorarme. 

Sigues siendo mi cita favorita y sigo escribiéndote, una putada, ya ves... y es que sigues siendo una de las razones más bonitas para hacerlo. Firmo ahora mismo para que vuelvas, aún sabiendo el final de la historia, si vuelves, firmo lo que sea.